En Mexicanartes amamos lo que es hecho a mano, porque está hecho para siempre.
En Mexicanartes nos gusta contar historias a través de nuestras prendas. Cada hilo, cada bordado y cada color reflejan la riqueza cultural de nuestras raíces mexicanas. No solo confeccionamos ropa: damos vida a tradiciones ancestrales que han pasado de generación en generación, plasmando en cada pieza el alma de los artesanos. En este blog queremos compartir esas historias y conectar contigo desde lo más profundo de nuestra identidad.
Vestir Mexicanartes es también llevar una parte de México contigo, portando sus colores, texturas y tradiciones; los textiles y bordados representan a nuestro país de la mejor manera. Entre todos los estados que preservan esta herencia viva, Oaxaca destaca como un verdadero epicentro de creatividad en ese tema.
Los zapotecas, mixtecos, mazatecos y otros pueblos oaxaqueños han desarrollado estilos únicos, donde cada patrón, símbolo y color tiene un significado especial. En sus tejidos podemos leer mitologías ancestrales, ciclos agrícolas y el respeto por la naturaleza.
Los artesanos de Oaxaca trabajan con técnicas como el telar de cintura y el telar de pedal, métodos que datan de épocas prehispánicas y coloniales, respectivamente. Para la elaboración de sus piezas utilizan fibras naturales como el algodón nativo, la lana de oveja y, en algunas zonas, hilos de seda criolla.
Los tintes naturales son una parte esencial del proceso. El caracol púrpura, la grana cochinilla y el añil permiten obtener una gama de colores vibrantes y resistentes al paso del tiempo. Estas prácticas, profundamente sostenibles, conectan al artesano directamente con su entorno.
En Mexicanartes desde nuestros inicios hasta hoy, trabajamos orgullosamente con 7 familias de artesanos de 3 regiones de Oaxaca; San Antonino y Jalapa de Diaz, que se distinguen por sus hermosos bordados a mano y los Valles Centrales de Oaxaca que elaboran con amor y dedicación todo lo hecho en telar de pedal. Desarrollamos con ellos una relación comercial justa, equitativa y transparente, promoviendo de esta forma una moda ética.
Cada pieza que sale de estos talleres es única e irrepetible, reflejando el alma de su creador. Cada vez que adquirimos un textil hecho a mano, no sólo llevamos con nosotros una prenda: llevamos una historia, un territorio, y el latido de un pueblo que resiste y crea belleza con cada puntada.